Tener la experiencia de ser estudiante y turista simultáneamente, es una de las ventajas que nos brinda hacer estudios en el extranjero. Existen muchas formas de ser turista, desde motivos clínicos (es decir, el turismo de salud) hasta el deseo de conocer tradiciones culinarias nuevas (lo que corresponde al turismo gastronómico). Muchas personas deciden ampliar esta vivencia enriquecedora y se transforman en turistas y estudiantes al mismo tiempo.
Para fines de lo anterior, tales personas- gente de todas las edades -, resuelven llevar a cabo estudios académicos en otro país y asimismo, utilizan su tiempo de asueto para visitar los lugares más interesantes de la ciudad donde están radicando. Conocer sitios y personas nuevas, en un entorno completamente diferente a lo habitual, por supuesto ofrece grandes ventajas. En lo que sigue, comentaremos cuales son algunas de las más significativas.
En primer lugar, lo que más nos beneficia en llevar a cabo estudios en el extranjero, es la oportunidad de aprender otro idioma. Perfeccionar al máximo una lengua distinta a la materna, es algo que impulsa a muchas personas a radicar temporalmente, por cuestiones escolares, fuera de nuestro país.
A continuación sobresale la ocasión de hacer nuevos amigos. Tener amistades de diferentes países es una experiencia verdaderamente fascinante, puesto que así se fomenta una rica interacción multicultural. No se trata solo de conocer nuevos individuos, sino de comprender a fondo su estilo de vida y los aspectos esenciales de su idiosincrasia.
Luego destaca la posibilidad de conocer a plenitud una cultura distinta. Asumir el reto de ajustar las costumbres propias, a un ambiente con diferentes hábitos de vida y con tradiciones nada familiares a lo que uno se encuentra habituado.
Adentrarse en novedosas estrategias didácticas, es otro de los factores que tornan tan interesantes los viajes y campamentos educativos en el extranjero. Interactuar con profesores y especialistas de otras naciones, nos capacita para aprender más y mejor, independientemente de la escuela en donde nos toque cursar estudios.
Por supuesto, la oportunidad de mejorar el curriculum personal, es otra razón destacada. Llevar a cabo estudios en el extranjero, aunado a enriquecer nuestro acervo cultural, eleva la valía de la preparación académica propia. Gracias a ello, al momento de lanzarnos al mercado laboral, tendremos una notable ventaja para ser contratados por las firmas más importantes, independientemente del campo productivo al que nos dediquemos.
Finalmente, hay que resaltar el crecimiento personal, la satisfacción interior que se obtiene al vivir y aprender en una nación distinta a la nuestra.