Quienes han tenido la experiencia de tomar un campamento de verano, seguro que tuvieron vivencias de esas que nunca se olvidan. Posiblemente esa sea la razón por la cual año con año sean más las familias que deciden enviar a sus hijos a algún campamento ya sea en la playa, en la montaña o en el extranjero. Como quiera que sea, el deseo de los padres es que su hijo tenga diversión, pueda familiarizarse con personas distintas, incluso de otras naciones, comparta dinámicas variadas con chicos y chicas de su edad y tenga experiencias valiosas para su existir.
Para los niños y adolescentes, los campamentos de verano, siempre resultan experiencias totalmente gratificantes. En estos viajes grupales, los chicos aprenden a tener mayor tolerancia, a convivir con gente que no es de su entorno habitual, a hacer nuevas amistades, a compartir espacios para jugar, practicar deportes, aprender idiomas y realizar actividades diversas, etc.
Por lo general, los chicos que toman un campamento de verano gozan al extremo esa gran experiencia. Por otra parte, esta clase de viajes, en especial los que se realizan al extranjero, a países como Canadá, Estados Unidos, Inglaterra, Alemania o Italia, se realizan con base en una filosofía de comunidad, con el apoyo y orientación de un personal perfectamente capacitado que incluye a profesores, entrenadores, monitores, guías, etc. Todos ellos se coordinan plenamente para garantizar que los participantes del campamento de verano gocen su viaje con total armonía, alegría y bienestar.
Los mejores campamentos de verano, como por ejemplo, los viajes grupales al extranjero ofrecen la posibilidad a los padres de que, antes de inscribir a sus hijos, puedan conocer las actividades que piensan realizar, los talleres, visitas guiadas o entrenamientos (si el viaje es de corte deportivo como la UK Cup), en los que los chicos participaran.
Pero además, existe otro positivo aspecto de los campamentos de verano, los campamentos en el extranjero y los viajes grupales para niños y niñas y es que, tales ocasiones permiten que los padres tengan la oportunidad de estar solos por algunos días, sin preocuparse de la cotidiana atención que se precisa dar a los chicos. Esto es muy favorable, de cuando en cuando, para el bienestar de las parejas. Estas son solo algunas de las ventajas que ofrecen los campamentos de verano para niños y adolescentes.